Jugar bien
¿Qué es jugar bien?.... ¿Qué es jugar bien a
fútbol?... ¿Qué equipo juega mejor a fútbol?.... ¿Qué entrenador tiene el mejor
estilo?
Para
contestar a estas cuestiones, que desde la irrupción en el mundo del fútbol de
Pep Guardiola como primer entrenador del F.C. Barcelona, parece que todo el
mundo coincide en que lo que hace dicho equipo da respuesta a las preguntas
planteadas.
La
mayoría de las personas que opinan y les gusta el fútbol coinciden en que
además de ganar títulos realizan un fútbol combinativo, vistoso, con gran
manejo de balón y generador de multitud de ocasiones de gol en cada partido.
Se
trata de un estilo de fútbol que a punto estuvo de no cuajar debido a que la
primera temporada de Guardiola como entrenador del primer equipo, el comienzo
no fue bueno, con una derrota fuera y un empate en casa hicieron plantearse
dudas si ese inexperto entrenador sería el correcto para el proyecto. De
haberse producido su destitución nunca sabríamos si el concepto de jugar bien
sería totalmente distinto.
Otros
coincidirán en que al final lo que vale y queda en la memoria de los
aficionados son los resultados, los títulos o que los objetivos planteados a
principio de temporada sean conseguidos. Nadie se acuerda la temporada pasada
si el Real Madrid ganó trece partidos
seguidos realizando un buen fútbol pues a final de temporada no consiguieron ganar
el Campeonato de Liga.
Dentro
de los tres modelos de fútbol que más se
manejan en la actualidad como son el
combinativo, directo y contraataque y su
consiguiente Periodización Táctica, cada equipo
y cada entrenador elige el que
más se adecúe a sus características y objetivos del club y prestaciones de los
futbolistas.
Jugar
bien sería, dentro del modelo de juego elegido, ejecutar todos los principios y
subprincipios trabajados en los entrenamientos a la perfección, plasmados
dentro de la competición. Es muy común
oír en los campos de fútbol “Este equipo sabe a qué juega”.
De
este modo, un equipo que plantea un modelo de fútbol directo en el cual las combinaciones son
escasas y las jugadas tratan de evoluciones lo más rápido posible hacia
posiciones de ataque, generalmente aéreas, si ese modelo está entrenado y
perfectamente asimilado, se dispone de
los jugadores con las características idóneas y los resultados (ganar)
acompañan se puede decir que ese equipo juega bien, sabe a qué juega.
Aunque, posiblemente, reciba muchas críticas despectivas como “Juegan
al patadón”, o “No la paran ni para sacar de banda”.
De
la misma forma, un equipo que manifiesta un modelo de contraataque y realiza
un repliegue intensivo en su propio campo, basculando, permutando y siendo solidarios en las ayudas
y en la presión, a la espera del error del rival para en pocos toques y con la
participación de pocos jugadores generar acciones de peligro, si el equipo consigue mantener al contrario alejado de su
portería y es capaz de que no generen
ocasiones de gol, la primera parte del plan estará conseguido. Si además roban
en algún mal control o indecisión en la circulación de balón del rival y son
capaces de anotar el éxito está asegurado.
Seguro que las críticas serán aún más sangrantes; “Este entrenador es un
“amarrategui””,”Qué juego más pobre y rácano”… y una buena colección de lindezas aumentadas si el equipo
es intenso y duro y se escapa alguna entrada dura…. “leñeros”, “marrulleros”.
Por eso, el concepto jugar bien, es tan
ambiguo. Puede gustar más o menos un
estilo u otro, todos buscan el mismo
objetivo, ganar. Todos buscan la diversión del jugador (si todo lo entrenado
sale con éxito en la competición) y el público
(si son obtenidos los títulos).
Jugar bien… ¿qué es
jugar bien? Dudo que haya respondido a la pregunta inicial pero al menos
servirá para reflexionar.
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